Artesanas y el Conflicto Armado

Voces que sanan, hilos que transforman

En Tarqui, al sur del Huila, tres mujeres han convertido el dolor en fuerza creadora. Ludibia Bermeo, Maritza Torres y María Ceneida Chocue vivieron en carne propia las heridas del conflicto armado en Colombia, pero encontraron en la artesanía un refugio y, al mismo tiempo, un renacer.

Cada tejido que brota de sus manos —ya sea en telar vertical, macramé o crochet— guarda la memoria de un pasado difícil, pero también la certeza de un futuro posible. En cada puntada se entrelazan paciencia, resistencia y amor; en cada diseño, la fe de que los hilos pueden unir lo que la violencia intentó separar.

Desde la Asociación Las Ruiseñoras, ellas han tejido más que artesanías: han tejido comunidad, desarrollo y esperanza. Son mujeres que en un ejercicio permanente  de sororidad con su arte, han logrado abrir caminos de autonomía económica, recuperar la confianza en sí mismas y  apoyar a sus pares convirtiéndose en ejemplo para la región. Su historia nos recuerda que la artesanía no es solo un oficio; es un lenguaje de sanación, un acto de memoria y una apuesta por la paz. Ludibia, Maritza y María Ceneida son hoy voces del Huila que inspiran, que muestran que, aun después de la oscuridad, siempre es posible tejer un nuevo amanecer en su comunidad.

“LAS RUISEÑORAS” agradecemos a SOCIOCULTORES, por contribuir a visibilizar los horrores del conflicto en un ejercicio permanente de verbalización y resiliencia, necesarios para transformar lo que algún día fue dolor y violencia en esperanza para Colombia.